RECORDATORIO: aspectos importantes para la construcción partidaria.

En un momento como el actual, donde empieza las movilizaciones por organizarse en partidos y lograr ser propuesta en las próximas elecciones generales, se me hace necesario brindar un humilde recordatorio. Dado que el mayor problema de un partido emergente no son los otros partidos, el proceso de registro, etc., sino sus propios dirigentes o lideres.

La construcción partidaria pasa por tener en claro:

Su realidad como partido en cantidad y calidad, es decir, militantes activos y pasivos, bases, espacios sociales y políticos, potencial electoral, etc. No perder el sentido de la realidad dimensional, ideológica, programática, electoral, etc. Esta dimensionalidad partidaria no es la misma si la miras de adentro o de afuera, la percepción es engañosa desde a dentro y te lleva a creer que “tu” partido es el dueño absoluto de la verdad, despreciando a los demás; incluso a aquellos que siendo también militantes tengan ideas relativamente distintas a las de uno, por lo que empiezan a rivalizar por las dirigencias internas por considerarse salvadores del partido, cerrando la participación a otros militantes y por consiguiente cerrando el partido, lo que la final lleva al fracaso total. Por esto, la importancia de la socialización y democratización de los espacios internos. No hay que reducirse a las autodestructivas luchas internas de poder, que el final podría ser simplemente un espejismo.


No tener miedo a la apertura del partido, evitar las argollas o círculos elitistas en torno o en función a dirigentes, tener por encima de los intereses individualistas o de grupo los objetivos partidarios en función de las necesidades de nuestro país. Los grupos de “elite en un partido político son rápidamente identificados y tienen una tipología de comportamiento. Un grupo de “elite” está siempre en torno de uno o más dirigentes y son relativamente cerrados, dado que el que ingresa debe de aceptar sus particularidades. Buscan diferenciarse del resto y siempre buscan el protagonismo. Pueden trabajar en grupo o mediante un líder que casi siempre centraliza en su persona la relación o mediación entre el grupo y el líder o dirigente. Por otro lado existen muchos dirigentes que mantienen comportamientos aristocráticos y forman en su entorno un círculo cerrado involucrando a los jóvenes. Estos son nocivos para la formación de una identidad partidaria.

La ética, la honestidad, horizontalidad y humildad de toda acción social y política de cada miembro del partido, principalmente de los dirigentes. La mística de un dirigente se concentra en su humildad y su capacidad de comunicación abierta con cada miembro del partido sin consideraciones elitistas de grupo o individuales. Y el cuerpo colectivo de una militancia ética, honesta, horizontal y humilde constituye la base de una nueva forma de hacer política y rápidamente se hace la diferencia.

Apertura, democracia interna absoluta, horizontalidad, honestidad, pluralidad, identidad, transparencia, entre otros aspectos, son los que nuestro país requiere en un partido político. Considerando estos aspectos orgánicos, podemos empezar con los aspectos formales y legales, si es que el propósito es crear un verdadero partido político; pero si el propósito es absolutamente electoral quizás no les importe estas palabras; y quizás algún puestito puedan tener.

RECUERDA: un partido político no es una propiedad privada que le corresponde a quien llevó las firmas al JNE; es de todos aquellos que quieren ser parte de él. Es una creación para el pueblo. Si te da miedo la democracia interna mejor haz tu club privado.
¿QUÉ SIGNIFICA SER DE IZQUIERDA? : Una breve valoración subjetiva.
Por: Henry Jhonny Pérez Miranda

Introducción:
Se aproximan las elecciones y las especies políticas típicas de nuestro folcklor empiezan a blanquear los ojos excitados por el interés de comerse una porción rentable y jugosa del botín: el Estado. Suenan las campanas en las torcidas mentes de quienes tienen la osadía, o mejor dicho la frescura de pretender seguir gobernándonos. Se sienten llamados por la divina miseria social que ellos mismos generaron o permitieron; llamado que se basa en la inercia de nuestra memoria o peor, de nuestra dignidad.
La marea política empieza dejando su aparente e hipócrita apacibilidad. Las corrientes empiezan con encontrones tanteándose uno al otro y abriéndose paso utilizando los canales mediáticos sensacionalistas que parasitan y viven de las payasadas de nuestros bien talentosos políticos.
Fracaso de la derecha

Tal parece que en los últimos tiempos la derecha se ha estigmatizado como el defensor de intereses de grupos de poder económico, lo que es justo e indiscutible; razón por la cual los derechistas han dejado de llamarse como tal asumiendo la pose de centristas. La premisa principal del libre mercado sustentada en la distorsionada interpretación de Adam Smith, ha demostrado su inoperancia funcional para el bienestar colectivo y para la humanización de las relaciones humanas sobre la moral y la razón; peor aun, en su ejercicio populista, ha demostrado su nocividad para la democracia: El fujimorismo es el mejor ejemplo. Ahora, nos queda mirar hacia la izquierda pero con un enfoque libertario, humanitario, democrático y moral; por lo que nos urge responder ¿Qué significa ser de izquierda? segun la necesidad de nuestra circunstancias.

¿Qué significa ser de Izquierda?
Ser de izquierda significa, además de los principios colectivistas y humanitarios, ser conciente, honesto, tolerante, moralizador comprometido, digno, veras, ético, humilde y respetuoso. No es compatible sentirse de izquierda y a la vez sentirse superior al otro o mantener una conducta de aristócrata desubicado. Tampoco es compatible decirse de izquierda y la vez mentir, calumniar o hacer guerra sucia trasgrediendo a otro que no piensa igual. Del mismo modo la izquierda no es compatible con un dogma intolerante, con mentes enfermizas cerradas y atrofiadas, o con bibliografías casi bíblicas de hojas amarillentas y apolilladas.
Es importante saber que no todos los que se dicen ser de izquierda lo son en la práctica o lo son de la forma tradicional, vertical y ortodoxa. Nuestra respuesta a nuestra pregunta “¿Que significa ser de izquierda?” no describe o refiere a la Izquierda añeja que hasta ahora viene entorpeciendo la oxigenación, sino que deslinda de ella; por el contrario, mostramos un nuevo escenario que se gesta y en la cual muchos se identifican y encuadran una nueva forma de hacer política.
Ser de izquierda, entonces, es tener pensamiento y acción oxigenados, morales, libres y respetuosos; comprometidos con las amplias mayorías excluidas; para lo cual, se debe tener la fortaleza y fuerza de tomar, aplicar y asumir decisiones políticas de interés social.

PRINCIPIOS GENERALES HACIA UNA ORGANIZACION SOCIAL

INTRODUCCIÓN

Muchas de los lectores se preguntaran sobre el por qué es necesario la organización y quizás encontrarán diversas respuestas. Quizás la que llega a la mente con más facilidad es la de que a través de la organización podemos demandar más servicios a las autoridades.

Para nosotros, la organización tiene un fundamento mucho más trascendental que la simple reivindicación social de la población, es toda una reestructuración del orden social actual enfocado desde la sociedad civil organizada.

En la actualidad el orden esta determinado por el estado y los sucesivos gobiernos. Pero la relación entre estado y sociedad esta cada vez mas lejos entre si. Mientras más libertad se le da al pueblo para que tomen decisiones más serán los mecanismos de represión y cada vez más sutiles y difíciles de observar, lo cual los hace más nocivos para el fortalecimiento de la democracia.

Una sociedad informada, organizada y participativa reacondiciona las estructuras sociales y políticas, pudiendo hacer al estado horizontal, representativo y comprometido con las demandas y necesidades de la población. Generaría eficacia y honestidad en la gestión publica. Y en su institucionalización, veríamos las puertas a un nuevo orden social de abajo hacia arriba, es decir una democracia social, democracia que ahora no tenemos y que somos los ciudadanos quienes debemos construirla, ya que los políticos impulsados por el poder tradicional, nunca lo harán; por el contrario, crearan mecanismos para dejarnos son piernas, sin manos y sin voz.


I.- NUEVO ENFOQUE DE LIDERAZGO

La idea de liderazgo en el quehacer social y político tradicional es la personificación del poder; es decir el individuo que ostenta el poder de decidir sobre la voluntad de los demás, quienes naturalizan y aceptan pasivamente este tipo de relación.

Este esquema de líder esta quedando desfasado, pero aun existen aquellos conservadores que en busca del privilegio persisten en mantenerla. Lo lamentable es que nuevos lideres están adoptando los esquemas tradicionales del liderazgo y, en su ejercicio, su falta de sentido de colectividad se manifiesta en la formación de grupos cerrados, en no dejar que otros líderes se desarrollen, en el pretender ser el mediador natural y exclusivo entre los miembros de su organización y las instituciones; es decir, busca el protagonismo individual y no el colectivo.

No es difícil de concluir que este esquema de liderazgo, que tiene un conjunto de prácticas antidemocráticas, es lo que ha caracterizado a nuestro sistema político. Es necesario y urgente el cambio de paradigmas y esquemas de líderes que propicien un desarrollo moral de ciudadanía y, con ello, buenos líderes sociales y políticos.

· Un líder tiene que tener fundamentalmente el sentido de la colectividad; es decir, tener la capacidad tolerancia y de enfocar la organización hacia el liderzazo grupal, no personificando ni ostentando el poder.

· Colectivizar, significa también, socializar la información y la responsabilidad, no pretender monopolizar la información que llega a la organización, ni mucho menos acaparar todas las responsabilidades; por el contrario compartir con todos los miembros los conocimientos y oportunidades promoviendo la participación activa.

· Saber reconocer las habilidades de cada miembro e integrarlas en el trabajo grupal; es decir, hacerlas complementarias unas con otras.

· Desarrollar y potencializar las habilidades de los miembros haciéndolos cada vez más útiles, abriendo espacios para que otros asuman responsabilidades y compromiso real con los objetivos de la organización.

· Orientar las actividades de la organización hacia un real compromiso social para su comunidad, con ética y sensibilidad.

Estos aspectos que podrían generar un nuevo perfil de líder es el que en la práctica podría romper con la cadena de la continuidad de la exclusión social y política. Exige nuevas formas de organización, coordinación y acción más democráticas. Exige nuevas prácticas y actitudes de responsabilidad, solidaridad y compromiso real y conciente con el bien común, que harán posible la democratización de las instituciones sociales y políticas. Dejando de lado el exclusivismo y la elitización en el manejo del país y germinando la socialización de la sociedad desde el cambio de actitud y naturaleza del compromiso.


II.- ORGANIZACIÓN CON VALORES

Los nuevos ciudadanos y ciudadanas que forman organizaciones sociales deben de tener presente cuál es su rol en la sociedad. Una organización social cuyos dirigentes solo buscan el lucro personal, se corrompen y corrompen a otros, no cumple su rol social de acondicionar una mejor sociedad; por el contrario, es disfuncional y genera más división y desconfianza entre los ciudadanos. En cambio, una organización cuyos miembros sean honestos, que promuevan un liderazgo grupal, que hagan de la organización un espacio de formación ciudadana y que tengan proyección social son sumamente funcionales hacia el cambio positivo en la sociedad, basado en las prácticas democráticas internas de la organización.

Los miembros de una organización pueden emprender actividades bien intencionadas que podría acarrear error, lo cual es parte del proceso de aprendizaje; pero no es aceptable el acto negativo deliberado. Es importante la ética y la moral, así como la conciencia del desarrollo humano y social el entorno inmediato y en la sociedad en general para poder asumir un protagonismo organizado en la escena pública. De esta manera podremos propiciar el cambio, desde nosotros mismos, en el quehacer social y político.


III.-PRINCIPALES ASPECTOS DE LA ORGANIZACIÓN

Ya hemos mencionado lo básico y central de una organización y sus miembros: la ética, la moral, el verdadero compromiso social. Que son ejes transversales que influyen en cada acto grupal. Ahora veremos otras características que dinamizan las acciones.


3.1.-PRINCIPALES EJES DE LA ORGANIZACIÓN

Para que una organización pueda tener éxito en sus objetivos y protagonismo en la sociedad debe de tener:

El diagnostico de la problemático social.- los miembros de la organización deben de realizar un diagnostico de los problemas que afronta su comunidad, categorizarlos por urgencia estableciendo sus causas y efectos para poder establecer iniciativas de solución a las autoridades.

Iniciativa.- es una idea novedosa que se propone para solucionar un problema o necesidad particular. Una organización exitosa es la que se pone a la vanguardia en la propuesta de soluciones. Estas propuestas deben ser realizadas en forma participativa y compartida, recogiendo las iniciativas de cada miembro e integrarlos. La iniciativa implica además, tener la capacidad de crear, imaginar: mirar el futuro; que no solo se destina a solucionar problemas, si no que nos permita trazarnos metas y objetivos ambiciosos para mejorar las Condiciones de Vida de nuestra comunidad. No debemos esperar que las autoridades resuelvan nuestros problemas por muchas razones; por ello es importante tener la iniciativa y establecer las estrategias adecuadas para la demanda.

Autonomía.- toda organización social de vanguardia debe velar por su libertad, trabajar en forma independiente enmarcadas solos por los parámetros puestos por los miembros. Existen diversas organizaciones granes y externas que buscan absorber por mezquindad a las organizaciones nuevas. Pero esto no quiere decir que se trabaje aisladamente, por el contrario, lo que se busca es que se formen redes de organizaciones independientes que compartan sus objetivos y fines, así como la práctica en trabajo social.

Debemos saber identificar qué organizaciones solo buscan el protagonismo por encima de un real trabajo social, escondiéndose en una falsa sensibilidad social.; y qué otras si estiman un trabajo real. Es posible el trabajo con ambas organizaciones, siempre y cuando nos mantengamos alertas. El fin de crear una organización con nuevos esquemas de manejo interno: ético, tolerante y democrático, es el de propiciar que en el proceso se extingan las organizaciones sociales mezquinas y renovar al ser humano en sociedad como el fin supremo.


3.2 ASPECTOS INTRÍNSECOS DE LA ORGANIZACIÓN

1. La existencia de un grupo de personas reunidas alrededor de visiones y objetivos compartidos;

2. La disposición de conocimientos adecuados acerca del medio en el cual la organización actúa;

3. Estructuras que faciliten la delegación de funciones, asignación de responsabilidades y rendición de cuentas;

4. Mecanismos que permitan al grupo tomar decisiones oportunas y representativas de los objetivos de la organización y sus miembros;

5. Procedimientos para definir metas, planificar estrategias para alcanzarlas y evaluar el desempeño de los planes;

6. Mecanismos de capacitación de los miembros para que puedan desempeñar adecuadamente sus funciones específicas dentro de la organización;

7. Canales de asesoría para recibir aportes y experiencias de otras personas y organizaciones;

8. Desarrollo de la comunicación al interior del grupo para facilitar la toma de decisiones y el trabajo cotidiano de la organización.


IV.-LOS MIEMBROS:

La responsabilidad y constancia en el desempeño de objetivos; la coherencia entre las formas de acción, los discursos y planteamientos; la honestidad en el manejo de recursos y la declaración de objetivos; la tolerancia ante la diversidad de opiniones y perspectivas; la voluntad de trabajo y la perseverancia ante las dificultades; un sentido de justicia y equidad en planteamientos y acciones; la búsqueda de superación constante y la apertura al cambio; la capacidad de asumir riesgos; el compromiso y la solidaridad con otras personas y grupos sociales, deben fundamentar nuestros principios. Estos principios junto con un buen diseño organizacional y capacidades de gestión estratégica, pueden contribuir a fortalecer la autonomía, eficiencia y eficacia de nuestra organización.

ESTIGMAS Y FIGURACIONES: La marginalidad dentro de la marginalidad

El Enfoque Figuracional de Norbert Elías me lleva a preguntar si en lima, en las zonas urbanos marginales, existen referentes diferencionales grupales que pudieran dar cuenta de una marginalización dentro de un contexto, de por sí, marginal.

Para resolver este problema recurriré al poblado de Manchay donde sus primeros pobladores se establecieron hace más de 20 años. Manchay a pesar de su cercanía con lima es un pueblo relegado y marginado que aun no se ha constitutito totalmente como centro urbano con los servicios de agua, luz, desagüe, pistas, veredas, etc. y cuyas estructuras sociales se entrelazan con elementos tradicionales.

Manchay de por si es una zona marginal que ha ido creciendo y formando diferentes asentamientos humanos en la periferia del “centro” (poblado original asentado en la zona plana de Manchay), ello a conllevado a que se cree estigmatizaciones que cuentan con referentes no solo de tiempo de asentamiento, si no de otro tipo que iremos desarrollando luego. Cabe rescatar que estas estigmatizaciones no son del todo aceptadas pasivamente, si no que estas se muestran en el constructo de los habitantes de las zonas periféricas como algo ajeno y existe una indiferencia amable reciproca entre ambos.

Existe la diferencia de categorías entre asociación de vivienda y asentamiento humano, al preguntar a algún poblador de la zona céntrica por aquellos lugares periféricos, se refiere a él como asentamientos humanos e invasión con aires de diferenciación.
Los referentes de diferenciación, además de ser el tiempo de asentamiento, el cual no es el primordial, se establecen referentes devenidos de la praxis y la visualización de un entorno de diferencias de infraestructura y de servicios. Como en el caso analizado por Norbert Elías, no hay diferencias raciales, nacionales, educacionales, etc. aunque existe cierta diferencia en lo económico por que la parte céntrica cuenta con actividad económica: micro comercio.
En una zona de origen de asentamiento informal movido por la necesidad de vivienda con alto índice de pobreza, los referentes de diferenciación se van basar en lo que ello implique, la calidad de vida en términos de infraestructura, tipo y ubicación de la vivienda y los servicios con los que cuenta. De allí se desprende la distribución del poder en los mismos términos en confluencia con la antigüedad y la experiencia de negociación con las autoridades; pero que en última instancia será determinado por otras razones.
Pero lo importante es la construcción de identidad y el estigma del valor humano en ambos sectores que en hipótesis tiene como principales referentes de diferenciación lo anteriormente expuesto.

En el centro se cuenta con servicio de luz, y teléfono, sin tener veredas ni calles asfaltadas; se abastecen de agua mediante un camión cisterna; en la periferia los servicios de luz son clandestino, el teléfono es escaso; de igual forma no cuentan con veredas ni calles asfaltadas y se abastecen de aguan por medio del camión cisterna. Existe gran diferencia en el tipo de material de la vivienda. Los del centro tienen casa con material noble, techadas, etc. Los de la periferia tienen sus casas de madera, esteras y cartones (algunos tienes de material noble). Los del centro se ubican en la parte llana, mientras que los periféricos toman gran parte del cerro; aquí es importante señalar el estigma del cerro, el cerro como referente de pobreza y marginalidad. La infraestructura pública se convierte, ahora en sus inicios, en un referente creciente de diferenciación, puesto que esta se inicia en la zona céntrica.
Hasta ahora hemos hecho un breve recuento de las diferencias existentes entres las dos zonas, ahora veremos como influye esto en la construcción de su identidad y la del “otro colectivo”.

Las diferencias de identidad se construyen en la praxis y en la observación panorámica de las diferencias físicas del entorno, creando de esta manera emociones y sentimientos hacia el “otro” que determinaran la postura cuando se interrelacionan en las relaciones de la vida cotidiana. La naturaleza geográfica de Manchay propicia el panorama, puesto que es una zona cerrada que solo se puede observar ambos hemisferios sociales, a diferencia de las zonas marginales donde la geografía es abierta y se puede ver como parte del panorama a diversos tipos de colectivos diferenciados. En estos casos los referentes de diferenciación se complejizan.

El aspecto de la zona específica crea ideas que se asocian con los niveles de desarrollo humano bajo el influjo de prejuicios, aunque en la realidad la diferencia no es tan abismal cuando nos referimos a condiciones de vida y necesidades objetivas. Existe mucha gente en las zonas periféricas que viven en condiciones mejores que otros de la zona céntrica, pero es la infraestructura, tipo y ubicación de la vivienda y los servicios con lo que cuenta lo que estigmatiza al los sujetos, sus condiciones de vida e incluso su calida de ser humano y ciudadano.

La visualización de la zona periférica desde el centro se ve afectada por las estigmatizaciones socialmente predeterminadas desde el proceso de urbanización marginal de lima. La imagen remite a pensar que se trata una zona peligrosa, de drogadictos y delincuentes. Pero el panorama cambia cuando estamos en el lugar: la gente es amable, los jóvenes hacen deporte organizado por las mismas comunas, organizan sus viviendas, construyen sus colegios y comedores populares; en tanto que el temor se pierde al interactuar con los habitantes. Lo referido por la gente de la zona céntrica, con respecto a los habitantes de la zona periférica, los estigmatiza por las razones ya dichas; no desliga al individuo de su entorno, lo refiere a él.
El panorama a la zona céntrica desde la periferia, también tiene matices estigmatizados. Al mirar al centro desde lo alto de un cerro nace el sentimiento de lejanía y por lo tanto de exclusión. Nace la necesidad de tener que llegar allí para satisfacer algunas necesidades y utilizar algunos servicios; se percibe, además, la frialdad de lo urbano, el movimiento comercial que crea desconfianza y despersonaliza el trato de los visitantes periféricos con los del centro.

Ello no trae conflicto extremo excluyente, se trata de una construcción del otro colectivo que determina pautas y tipos de conductas frente al otro en la vida cotidiana; pero que no es un factor determinante para la distribución del poder. Un ex dirigente de un asentamiento humano de la periferia señala haber sido presidente de todo Manchay y que no tuvo problemas por motivos de formas de asentamientos, sino de otro tipo que obedecen a factores externos; que más bien existe unificación en torno a intereses comunes. Aquí se puede tomar otro aspecto para poder entender esto último: Manchay no es una zona urbanizada, tiene muchas necesidades que satisfacer y la población no es en realidad tan heterogénea, tienen las mismas condiciones de origen y de desarrollo, comparten las mismas necesidades objetivas, las mismas formas de celebración, la gran mayoría son migrantes o descendientes de migrantes, por lo cual no se puede diferenciar razas, clases sociales ni culto religioso (a pesar de que existe otras doctrinas en la zona).

De todo esto se concluye que el poblado de Manchay tiene mucho de homogeneidad y que sus constructos de diferenciación y de identidad se basan primordialmente en el aspecto de la infraestructura, tipo y ubicación de la vivienda y los servicios con los que cuenta; es decir en lo que el individuo observa; pero que en el momento de la interacción esto queda de lado por que prima la homogeneidad social, cultural y económica, tanto de individuos como de necesidades de servicios, que en última instancia predomina en la distribución del poder; pero que en la vida cotidiana se refleja el sentido común construido por estos referentes de diferenciación.